Para las personas que desean lucir más jóvenes y bellas, existen soluciones sin cirugía, que son más asequibles y no implican largos tiempos de recuperación. Entre ellas, destacan los rellenos de ácido hialurónico y el bótox en León. Se trata de los tratamientos de rejuvenecimiento y dermatología estética más utilizados.
Si bien son muy populares, especialmente entre las celebridades, hay muchas personas que los confunden, lo que puede causar temores infundados por malas comprensiones. Nos encargaremos en esta publicación de mostrar sus diferencias, además resaltar las bondades del ácido hialurónico y el bótox.
¿En qué consisten los rellenos de ácido hialurónico?
Se trata de materiales de relleno, que se conforman por una molécula que se encuentra en nuestra piel y es parte fundamental de ella: el ácido hialurónico en León Gto. Son usados para generar un efecto rejuvenecedor en la piel mediante el aumento del volumen y la lubricación de tejidos en algunas zonas de la cara, que pierden su tersura y volumen con el pasar de los años, como labios, pómulos, surcos nasales y bucales, entre otros.
La finalidad de la molécula es rellenar las arrugas y otras marcas de la edad para disminuir la flacidez. Hay que aclarar dos tipos de arrugas: dinámicas y estáticas. Las últimas se forman cuando se mueve la musculatura del rostro y las primeras se presentan en estado de relajación. Con respecto al ácido hialurónico, se usa en las arrugas dinámicas.
Si se inyectan cantidades precisas y de forma adecuada, se obtendrán resultados satisfactorios y lucirán muy naturales. Se trata de una cuestión de moderación y equilibrio: se mejora sin modificar y se rejuvenece sin que luzca artificial.
¿En qué consiste el bótox en León?
Bótox es solo su nombre comercial, se trata de la neurotoxina más poderosa conocida actualmente y permite bloquear la comunicación entre músculos y nervios. De esta manera, evita la contracción muscular. Al disminuirse la contracción y relajarse el músculo, la formación de arrugas se ralentizará.
Consiste en el procedimiento más indicado para mejorar las arrugas dinámicas, es decir, las generadas en frente, patas de gallo, entrecejo, entre otros al contraer la musculatura facial. Es uno de los tipos más populares de rejuvenecimiento facial y, cuando se usa adecuadamente, se muestra como un procedimiento eficaz y con excelentes resultados, además mejora arrugas, marcas de cansancio o envejecimiento y mantiene la estructura de las demás zonas faciales, sin alterar la personalidad de cada facción.
Las inyecciones tienen un efecto de cuatro a seis meses, por lo que se requieren intervenciones periódicas. Esto no es un problema, ya que, al volver a aplicar, mejoran las arrugas existentes y se previenen otras. Es por ello que varios especialistas en procedimientos de rejuvenecimiento no quirúrgico dicen que es un excelente tratamiento preventivo y que la toxina actúa como educadora del músculo.
Es cierto que el procedimiento perdió algo de reputación entre la población, no obstante, se debe a malos resultados en otras intervenciones quirúrgicas o procedimientos y no al mismo Bótox. Si se administra en cantidades adecuadas, los resultados son muy naturales, por lo que es el tratamiento estético que más se realiza en todo el mundo.
Semejanza y diferencias
Si bien son tratamientos distintos, es posible mencionar algunas semejanzas. Por ejemplo, ambos deben aplicarse por expertos en medicina estética. A diferencia de las cirugías plásticas que son permanentes, poseen efectos temporales. También producen mejoras equilibradas y graduales al repetir su aplicación por largos periodos. En caso de que los pacientes deseen cesar las repeticiones, la piel no empeorará o deshinchará. En realidad, las mejoras obtenidas durante el tratamiento harán que sea mejor la base de la que parte el posterior envejecimiento.
Con respecto a las diferencias entre el bótox en León y el ácido hialurónico, el primero se usa para las arrugas formadas al contraer y fruncir, especialmente en el tercio superior del rostro, en cambio, el último rellena arrugas y surcos y confiere volumen a mentón, pómulos, labios, entre otros. Poseen un efecto temporal, aunque no duran lo mismo. El bótox dura entre cuatro a seis meses y el ácido dura entre 12 a 18 meses, lo que varía según el tipo de relleno, la velocidad de reabsorción del cuerpo y la zona tratada.
Otra diferencia es que los efectos del bótox comienzan a los tres días y obtienen su máxima expresión en diez días, en cambio, los rellenos actúan de inmediato, aunque los resultados finales se ven tras quince días, que es cuando se asientan e hidratan.
Si desean realizarse ambos procedimientos, contacten a los cirujanos plásticos reconocidos en León. Pidan una cotización al (477) 779 0550 o visítennos en La Laja 106, Jardines del Moral, 37160, León, Gto. También pueden enviar un correo a la dirección: [email protected].